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t 8Ó desonrible, y a ésté , qt1e era antes nad.a como yo., lo has criado racional , y de gerarquia tan superior?– ¿ No es cierto , que al oirle tú est'<l execrable que– rella , le dirias ~ calla b·estia , qui.en eres tú para res~ ponder, y hablar asi coo Dios? (a) ¿ Veis en este oportunísimo , y claro sin1íl lo infundado de sus jni• cios, y de sus nada piadosas quexas en muchos de nosotros , porque no todos son predestinados, ni han de conseg1ür su salvacion? No, no nós que– :,c.emos de esta diversidad, ni de esta incertidumbre. Consolemonos Gon saber, que no estante de dat el Señor su gloria gratuitamente a los que se sal• van , porque gratuitamente les da la gracia , y 1'a pers~verancia que le antecede , es tambien corona de justicia , (b) porque la tiene prometida a los que legitimélmente pelearen contra sus pasiones, y con– tra sus espirituales- eaemigos :. (e). a los que guarda– ren sus santos mandamientos , y cumplieren exac– tamente con sus respectivas obligacion~s , y a to– dos aquellos que negandose a sí mismos , y to– mando su cruz , y el suave yugo de sus santas le– yes, siguieren fielmente . :í 11 uesuo Señor Jesucristo con la imüacion da su vida, y con la pr.:ictica cons– tante de su doctrina, y de sns exemplos. (rl) La in– certidumbre en que vivimos de nuestra justificacion, y salvacion no debe ind11cirnos á la desconfianza, inclinarnos á la desesperacion , ni .retraemos del bien obrar: antes por el contrario ell:i nos induce a po– ner en Dios toda nuestra es.perat1za ; ella nos inspi– ra el temor santo, y provechoso; y ella nos exci- ta a S.August. Serm. ~6.de vcrb,Ps.il,94.rnp. 14. 1, ~. Iimot.4-. 8. i; 'J, Timot. 'J, S • d M~th, 16.24,