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1 57 .oica? ¿ E:n todos tiempos? ¿ En todas nuestras re- caidas ? ¿ Siempre que la pedimos , 6 que 1a nece– sitamos? ¿ Y dada gue sea produce sin distincion· alguna sus efectos? ¿ Son infalibles sus favorables ¡esultas ? ¿ O s011 en lo general unas niismas sus conseqüencias? i Ah! i quanta diversidad en todo– esto! Yá busca al que huye de él, como al deso– bediente Jonas ; ( a) yá se retira, y 110 se dexa ha– llar del que le busca, como aconteció a la mística– esposa de l_?s c~nticos: Quaesivi ilt:im? _et t1on iti– ve11i. (b) Ya J!ep1ce los av~sos , y multiplica los 1fa– mamientos a favor de los malos arrendadores de stt viiía ; yá condena desde luego al siervo perezoso, sin que anteceda el invitarlo a penitencia. Yá con~ vida con ella á los amigos de Job, yá se retrae de· aceptar la- del indolente Heli : ¡O secreto11 formida– bles de la divina justicia ! Es de fé, que no quiere Dios la mnerre efe los pecadores, sinó que se conviertan , y vivan para siempre. (e) ¿ Pero ~ quién no hat:í temblar, Señores, que aquel medio de que se vale en un Pueblo , en una Provincia , 6 en un Reino , para la conversion de todos , no á todos aprovecha ? ¿ qne el aviso dado á muchos., a muí pocos utili– za? ¿ y que 1:111 remedio UJm-ers.'.ll, no cause uni– versalmeute la salud ~ EHo se vió en la predica– eion de nuestro Señor Jes11cristo en Jerusalén, es– to en la de San Pablo en Atenas, (d) y esto fre– q..entemente lo _admiramos en las l\1isioues, que suele Ufos enviamos para nuestra enmiei.d 1. Lll opor~ • 3011 1. 3. b Cantic, 3·,. e l::zc:cbi. 3;. 1 ¡,. d Ac~ tor,17.3!2,