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1 57- lglesia ? ¿ Por qué no íaltando entre los enemigo¡ de nuestra santa Religion gran numero de •ellos dis– puestos, y deseows de recibirla si se la propusie– sen , y enseñasen, no llegan a obtener esta felici– dad, y otros que la persiguen , y miran con hor– ror se hallau movidos á aceptarla al punto que se les predica ? ¿ Por qné los malos Israelitas no se reduxerou a la fé comun de la escogida predilecta parte de Jndá, en los tiempos de Ezequiél, Ma– thatias, y otros siervos del Señor, que trabajaron para convertirlos, (a) y Rut pagana, Rahab idó– latra, y Aquior g.entil , fueron agregados á la fé de aquel Pueblo , sin ellos solicitarlo, ni aún tal vez apetecerlo? (b) ¿ Y por qué Ismaél, y su nu– merosa posteridad no observa, ni sigue como su hermano Isaac la fé, y Religion de Abrahan, sien– do hijo como este de aquel comun Padre de los creyentes? (e) Declaradme, si podeis, estos juicios del Señor. ¿A quién no ad.nira lo que con tanta freqüencia vemos en un mismo pueblo, en el recin– to de una casa , en una sola familia , que unos si– guen la fé santa , y otros siguen el error; unos son de Jerncris10, y otros son de BeJ1al; unos haa visto la luz de la verdad, y otros permanecen en las sombras del engafio? ¿ Qoé es esto ? que ha de 6er ~ cumplirse lo que su Mage~tad nos tiene pre– venido en aqnelb tan oscma como misteriosa sen– tencia: Dos est:ufo en una mi~ma can a , 111 o se– d 11 1 nado, y el otro no : Dos si! hall.irán en el campo, y de ellos el uuo ha de ser traido, y el otro a 4.Reg.17,.ív.'18-='1.i>,llJ)ip.;o.,n.- 1.MJch,11.,,'1,'19· l> Rurh.~.~.= .losuc.6.11,.- Jud.th. ,4.6,