BCCSEV000XVIII-c-1369-090000

113 .faledme d~ insubstanciales abultadas ponderaciones os diga , que el Serenisimo Señor Infante nuestro Hermano, ft:é un hombre c_uerdo, sensato , y jui- cioso a quien por su fidelidad eu el cumplimien- , , b to de sus deberes, y por los uenos frutos que ell:i le produxo, se le puede aplicar el dicho sen– tencioso del Eclcsiastico: que el hombre sensato e¡ fiel a la ley de Dios , y esta lo es igualmente pa– -ra él: Homo sensatus credit legi Dei, et le$ ilti fi– delis. (a) Ved aqui un hombre cuerdo, no menos que afortunado. Fué el Seiíor Infante un hombre cuerdo, y sensato por su jidelidart á l.l divina ley, y füé un hombre felíz , y afortunado por los bje– nes que de ella se le siguieron. Asi explican los Sa– grados Expositores el texto referido. (b) I. Esta fidelidad del hombre sensato a la ley de Dios, no es otra cosa , que la observancia pun– tual de sus preceptos. Todos los que en ella se contienen , y q11a11to nos dexaron escrito los Pro– fct..1s, st: red ice a que amemos a D:os sobre to– das las cosas , y al pro/Gimo como á nosotros mis– rr.os . Dos solos mandamientos en que estriva nues– tra perfeccion , y el lleno de todos nuestros debé- 1es. Es d, ctr'na de m estro Señor Jesucristo: Iu b's d.,obus mandMis w,iversa le:c pendet, el Propbe– , ,. e) I. . La primera. de e,tas obligaciones en orden, neces1d.. d , y ménto, y la principal por la in6nit:s dignid,,d de su objeto , y por la sublíme esencia de ~us actos , es la de amar a Dios sobre wdo. p A • Ilccli 33. 3 . b Cornd,Alap.lllmio,Corncl.J.nscn, e Al:ith, 'l:i, 40 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz