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100 acaloraba su espiritu , y b enfervorizaba rnas el'l la inviolable práctica de sus piadosos e:xercicios, y distribuciones. (a) Sus vivos, y eficaces deseos de visitar todos los dias , y de adorar a nuestro Se– ñor Sacramentado , en fas Iglesias donde estaba ex– puesto para el Jubileo circular de las quarenta ho– ras, la obügab:i a lamentarse de su ii:1poiibilidad, á semejanza de los Hebreos, que cautivos en Ba– bilouia se hallabau impedidos de hacer lo propio con su amada Sión. (b) No ignoraba que la sagrada comunion es el alimento del alma, con qne se ad– qniere, y se conserva la vida de la gracia, para. que viva en nosotros J esucristo, (e) y para lograr– lo comulgaba con alguna freqüencia , segun que su pnidente director le p e rmitia, preparandose siempre– ~on la humilde , y dolorosa confesion de sus le– ves defectos, y con los demas actos religiosos, que su temor, y amor a Dios le sugerían ~ medio po– deroso por el qual conseguia 110 faltase a su espi– fitu el pábulo de la divina consolaeion, de que se lloran privados , y áridos de to da devocion , los q ue r eu san , 6 se olvid~tn d <.: frc qli<:ntarlc , conior– me a la nústica inteligencia de la ingenua protex– ta , ó sencilla confesion , q ue a nombre de estos h izo David , asegurando se havia marchitado Sil espirit_u , y faltado de su corazon el jugo de la devoc1on , porque no se alimentaba de este pan., Gonque deviera sustent arse. P ..:1·cussus sum ut foe– mttn , et aruit cor nu::1111 : q:,ia oblit.1s s!ms comedere pauBJn meum. (J) No era solo este divino pan el que --------------------- " Psal,18 4, b Psal. 136.1. e Joan.6.,7. d l'sallll• 101, > =. Silvcirn in cap. l'9• .Apoc~l.Qua.cSt, S9 .num. ·H i.

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