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76 ,, fas manos de vuestros enemigos, para que. ,, seais el blanco de sus iras, p.ira que em– ,, p!een en vosotros su fiereza , y para que ~, ), ellos, y a todo el mundo sirva vuestra rui– ,, na de esc~rmiento. " ( 1) Que mas1 La divi• na maldicion dada á los pecadores en el Deu– teronomio, (2) y la pena, con que fe oyo Je– rusalen se1 í.1 castigado el horrendo Deicidio cometido en .)a muerte de Jesu-Ch risto, no fue otra, que la guerr~1, com'..> si ella fuese la mas proporcionada á tanta- culpa.. Pero sobre todo la mas hQHible amena– ta, y el anuncio mas funesto de esta fatalidad, fue !J vista pavorosa de aquellos dos exercitos armados, que aparecieron en el aire sobre Je– rusalén en los tiempos de Judas Macabeo; la ferocicbd del combate, lo sangriento , y eoco. nado de la luchJ, y el choque ruidoso de las :nmas, con los demás aparatos, o peltrechos de aqu ellos formid Jbles Esquadrones, presen• tJban á la vista un objeto delicioso, pero ofre. ci:rn al corazon entre mil susws un presJgio el m.1s amargo de loi fucuros cri~cisimos desas• tres, que habiJn de sucederles. (3) Y quie11 no diría entonces, o podrá no conocer ahora se anun• ------ ...___ ______________ --------- ( 1) L~vit ~6 ~ Y, 'l¡. ('l) Deuteron. ,,. a Y.•ª· (3) ,a, M,1chab. S• a.

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