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16 . - ble primacía. ( 1) ¡ No son estos unos fatales in• dicios de discordia~ Y acaso se ha visto alguno destosen nuestros agraciadisimos Gemelos, pa– ra que podamos presagiar iguale,, o semejan• tes resultas! No: antes por el contrario tene• mos h3stante fundamento para prometernos mayores biene~. Si~ Pues dexadme repetir que las circunstancias con que nacen estos Seño. res, junto con lo que ello es en la sustanciQ nos persuade es verdaderamente grande este beneficio, aunque solo. tn SL s.e considere. ¡ Pe– t(J qu'arno mayor :lo vetémos si reflexionamt>& un poco aobre sus muchos bienes t § 11.. O hai beneficio al guno por pequeño qu parezca, que no sea, y deba parecernos grande ii nos es dado de Dios, esta luz que nos 1 mh ra, este Sol que nos ca lienta, 1a lluvia que fecunda vuest ros campos, aunque su frecu ncia nos los hace parecer poco estimables, son en la– Yerdad uno.s gran~es tes~imonios de,., la bondad, isericordia y hb ra hd d del Senor con ' . \ no. otros , pues hace que igua mente irvan a, bu

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