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'10 el ya expresado Decreto en que mandaba a to,. dos su¡ Vasallos hiciesen manifiesto con publi– cas demostraciones su debido reconocimiento al Todopoderoso. No de otra suerte nuestro Catolico piado– sisimo Monarca poco satisfecho con havcr de– .sempeñadó por ~i ta~ delicada obligacion, se esmera en inspirar 1guales religiosos sentí· miemos en todos sus Vasallos. Justo es, que su M agestad asi lo quit:ra, y debido que nosotros ]e cbcdezcamos. Si, que quando es comun el beneficio debe ser universal el agradecimiento. Lo es sin duda para nue st ra vasta catolica Mo– narquía el feliz nacimiento de estos Señores • como lo fue p~ra todos los Montañ~ses en Ju: déa el del_ Bauusta; pa~a los Hebreos en Egipto el de su hbercad?r Moises; y el del justo Noe para todo el Universo; Y por tanto del mismo modo que el de aquellos grandes hombres fue cclcbr~~o por ~us _respeétivos Padres , pueblos, y fam_1has , sera bien , y aun parece necesario que mnguno de nosotros se excuse de imitar• los, pues a ~odos alcanza 1a util_idad del pre.. sc~te benefi.c10. Porque lo es ~e pide a Dios pu.. bhca, y pnvadamente este bien para las fami.. lias Reales; se mira su falta como un atroz cas. tigo; y se dispensa por la Silla Apostolica , 0 se