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I J I Yos Serenisimos Sres. Infantes, considerado C!J si, por lo que es en la substancii;t, como un Don de Dios, o como un remedio <le la nece– sidad que pJdeciamos, o por las notables cir– cunstancias de nacer dos, y en ticmpo de paz, y ::itendidos sus bienes, así del mcri to d~ sus– ascendientes , y antepasados, como de lo que para lo succesivo nos prometen , e.; un b~ndi– c;o verda:ieramcote grande, que con ·estos motivos tan poderosos nos palle de bulto nues• tra oblig.1cíon en da1• al Señor unas g,.acias proporcionadas, y d~ un modo, que le agra– d~n; y en pedir su conse,.vacion, q· i a ido el pecado, y usJndo bien de lJ graci,1 para que sea favorable el exito de nuestras p~ticio– nes. La priz establecida, si miramos los m.1- les, de que nos pre.ser-va, por ser un azot · de la divina justiciJ, y un agrcg-ido d t· d, ge• 11ero de desastres en lo e,pirirn .1!, y tcmporJJ, y si refl ·xionJm::>s las ittilidad~s, tJi,t t rnnsi, torias para Rcyc~, y Vasall~)s, <;~mo p... rtna· 11 emes, en que libres de los 1mpe i1mentos p:1- 1·:.1 lograr la vida eterna, nos proporcion::i dh1 misrna los medios para conseg irl.1, n noce– rémos, <-]t1e 11a sidu un sinaular úvor, con . o que E>1os s,. ha di!!nado con. 0 1 art ns, Y con q llC nos escimuia a °et aarad,c¿11iie.nto dél , .' u , , so-

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