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41 Evitense las conversaciones de Mu- geres , como lo manda la Bula. Para que de una. vez se cierre la puerta a los in– convenientes , que traen los Hospicios de las Mugeres , se manda , que nunca se labre dicho Hospicio , aunque haya bienhechor que lo costee. A los Padres, y Hermanos de los Religiosos, y a los Síndicos, que nos reciben en sus casas, e preciso ho, pedarlos, pero de tal mo– do , que con pretesto de atencion no se turbe la quietud del Seminario. Porque la comunicacion de seglares produce muchos graves inconvenientes, se prohi– be escribir cartas superfluas, que amas de ser contra la Santa Pobreza , hacen perder el tiempo, que el ~iisionero de– be oca par en Santos Exercicios, y en el estudio. Pongan los Religiosos. las cartas en la Celda del Padre Guardian , y en aw ncia uya en la del Padre Vicario, p ra que e remitan al Correo. E l que sil licen la del Prdado e cribíere carta dirigiendolas cautelo am nte al correo por los Dona os, o D mandantes , sean G a- 2. Bula n. s~- t , Bula n. 49•