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de · é5tas , l"ueroa los corisuelos que en ell:u te c:{n_ eedió el Señor para que alegrasen su alma, como dcda David ( 13) secundum multltudincm dolorwiz meorum in corde meo , consolationes tue ltfti/ica• -venmt atzimam mttam. Sí Christianos , las miserias de la pobreza tubieron en Francisco la virtud de producir unos gustos sensibles , que el hombre animal no puede percibir , pero que exceden á los que percib1s va• sotros en los efeB:os de la abundancia. Si en esta que e:. lHl bien rnumentaneo ' tal vez el fruto de las iniquid2des , tal véz. el principio de la conde– nacion , hallais ciertas ventajas, no las encontra– r :a Francisco mas excesivas y mas solidas en la pobrez.a , fruto de la · sugecion á la Ley , princi– pio de s1.1 etern,1 felicidad 1 El temor santo del SEñol' que es el que nos hace someter á ese yugo, deleitara d corazon , nos dice la Escritura , pro– ducirá goz.o y ale~ria (14) : añado mas nc¡s dará. h onor y r,loria. Francisco la encontró en las hi.,~ millaciones de la· pobreza. §. 11{; Y O NO SABRE DEClROS SI EN FRAN• cisco fué mayor el l!mor que tubo á la po,:. breza , que el que tubo a lJ humillacion ; pero C2 si ------- .. -------~------ (13) Psalm, 93• {t 4) 'l'i.11or Dom!ni deleElabit cor , & tia/;# lteti~ #a111 a & gaudiutff, Ecd~atici 1, 12 1
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