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13 quiere dcxarle tos honores , las apnndanci~s , las posesiones , lo superfluo , y quedá~expu{:sto á que le niegue lo preciso , á que se lo rehuse , o se lo dé envuelto entre baldones. Dichosisimos hijos de Francisco ésta es vuestra heredad y patrimo– nio ; no tengais nada prop rio , dice en su Regl a (-9) , id á pedir limosna , sufrid esta verguenza _ por Jesu-Christo que se hizo pobre por vosotros; :,ufrid la humillacion , que ella es lo hero ico de. la pobrez1 , bree est celsitudo altisimce pauper– tatis.. Este ~s el yugo de la Ley Evangelíca que cargó sobre sí San Francisco : y acaso Jo oprimio , se le hizo insopor tabl~ '? nó : él foe sostenido siempre por h gracia en la indigencia, en _las penalidades , en las humillaciones de fa pobreza : iste pauper clamavit & Domi11us e~a11~ divit eum (1 0) este pobrecito clamó y el Señor ]t) oyó siempre ; c;on él estuvo en las tribulaciones, como decia David ,. lo libertó de tod:is ellas , y lo .glorifico , haciendo halfara en eso mismo la quietud y la felicid::id que ofrece el Evangelio : (5 tnvenietis requiem animabus vestris , que es la Segunda Parle. PARTE SEGUNDA. S I YO INTENTARA SOLAMENTE HA~ cer vér que Francisco consiguio aquella tran– quilidad , aquel !sosieg<, philosophico proprio de · ______ qukn (9) Cap. 6. (10) Psalm, 3 3. 11, 7,
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