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IO brillar entre !:Us iguales , á sooresatír entre· ellos : inf=iices disp.)s:ciones para ser pobre , pero gra-· cia de Jesu-Christo qué no sabes hacer ! Este Hombre Apostolico , lucha consigo mismo , pdea con sus inclinaciones , hace guerra a su genio , sufoca sus idéas , destruye su carátkr, se hace violencia continuamente ; padece , sufre ; á el fin él sale viélorioso , y el nuevo hijo de Jesus triunfa del antiguo hijo de Bernardon. ¡ Pero hasta qt.;e gr:-ido tan heroico l él muda fnteramente su corazon ; no solo es pobre , úno pobre de espiritu , sus grandes idéas dcsa parecen en Ull todo : de aqu'r adelante no hall:ueis en Fr:rncisco , sino ideas las mas humildes , las mas abatidas, hs mas pobres ; ¡ que violrncia no su-– friría para llegár hasta pensar asi ! y con un te– són t::.tl , que no es suficiente á dispensarlo , no diié ya su interéz proprio , el de sus hijos ; pero aun quando se trata de la gloria accidental que recibe el Señor en el culto exterior , aquel Señor de cuya grandeza está intimamente pose1do el es– piritu rli! Francisco , aun entonces no sabe redu• cirse á otras id.Gas que las de la pobreza mas rigida. Templos que :rnn cxistiis para immortal me, moría de éste Hombre Seraphico , vosotros sois los monumentos que confirman lo que yo digo. A mi se me presenta Francisco quando cons– truye la Iglesia de San Damian , la de Nuestra Scnora de los Angeles , la de San Pedro , todas las que él ecUficó, repitiendQ á sqs hijos aquellas pa-