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(47) Y hablando con claridad, ¿vosotros de que podcis dudar ? Sois acaso de los que -libran en su poder ;¿ sabiduría , y maña el exito feliz de sus Empresas : ó de los que esperan en el auxi= lio del Dios de los Exercitos ? Sois semejantes á aquellos impios , que dicen: Toda nueftra glo- ria es obra de nueítras manos , y Dios no tiene parte en ellas? Manus noftra excelsa , € non Dominus fecit bec omnia ? (93) O de los que creen ;.que su poder es una participacion del Divino? De eftos ultimos sois 3 pues apartaos de aquellas maximas presfintuosas. ¿No véis to- da su gloria reducida á polvo? Qué otra cosa prueba la asolacion de los primeros - Imperios, sino qué Principes solo fiaban en su poder ? Y por el contrario las Viétorias de Maceda , Lo- bun, Sachis, Dabir , Ebrón , Galgala , Azór, yy Herico , cuyas simientes aún producen lauré- Jes ; aquellos Triunfos , que admiran Eglón, Ha- «yadón , y Gabaón , aún despues de hayer vifto Caerá tierra los Piramides de Egypto ; y para hablar de una Epoca mas cercana las Victorias de San Fernando , de Alfonso MH. .de los. Reyés Caholicos : de Carlos V, de los Phelipes , y de nueftro Auguíto Reynante Monarcha ; y ultima- mente , las peculiares vueftras , que.yá -os hé apuntado, de quien son efeétos sino es del Po- der de Dios? Ah, Señores! que ete golpe de H luz ”— (93) Dent. Cap.32. V.27