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(9) ta, cuya memoria no puede menos de sacar á mues- tros ojos las mas juítas lagrimas , y llenar nues- tros pechos de sentidos afetos ? Vosotros ¿ó Se- ñores y sabeis muy bien , (*) que á ninguno otro sois deudores de la grande gloria , que os resulta de tener por Patrono de vueítros Reales Bata- llones á el Proto-Martyr del Sigilo Señor San Juan NEPOMUCENO, sino es á la solicitud , y devocion de vueftro Excmo. General difunto. Sí, Señores , el Excmo. Señor Marqués de la Vitoria ( que en paz descanse ) fué, el que, como otro Josué, (28) buscó á sus Tropas un digno Protec= tor desde el dia , que fueron de su mando.- En alas de efte deseo corria al retiro de su Oratorio, y pos- trado á los pies de esa Santa Imagen , exhalaba su corazon en fervorosas suplicas, á fin de que to- mase baxo su Tutela á eftos Reales Batallones. Yo creo, Señores , que llevado nueftro Excmo. difun- to del impulso de su Religion , diria como-Baz rac á Deboraquando se le mandó salir contra Ja- bin. Quando se le ofrecia , digo, algunas de aque Has arriesgadas Expediciones , que con tanto aciera to fiaron nueftros Monarchas á su sabia condudta; diria, no por: miedo:como «Barac;- pasioh, que notuvyo lugar en su inviéto animo; sí por respec- toá un temor loable: Si venis mecum , vadiT; Ca ri (*) Enla Dedicatoria al Sermon de! predicó el Señor Guzmán; año-de 1; (25) Josue Cap-3. V.3.