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(8) do para la Dignidad de Esposo de Maria nuestra Soberana Reyna , fué destinado ara Ministro del Verbo Encarnado , Dig- nidad , por la qual entró en efeéto a con- versar, y á tener un trato el mas intimo, y el mas familiar con Dios: he yá la con» veniencia de su Dignidad con la del Sa> cerdocio. ¿Pero qué voy A inferir de aquí ? Voy a inferir , que si. asi se univoca la Dignidad de Josef con la del Sacerdote, no menos deberá univocarse la Santidad del Sacerdote con la Santidad de Josef ; pero, 6 gram Dios! Josef: fué, un Varon de San» tidad eminente 4 la: de los otros Justos: un Varon perfecto : un Varon, que llegó 4 poseer en su mayor feccion todas: las virtudes. $ Y qué, ha de ser lo mismo el Sacerdote 2 Sí, Señor Misacantano, lo mis- mo: porque por aquella Sagrada Uncion - de los Oleos Sagrados , que ungierón nuestras manos; por aquel Sacerdotal Ca- racter , que nos elevó en la. Dignidad so- bre los Principes , y aún sobre los mismos Angeles 5 por al ella solemne Consagra- - cion, con que fuimos Consagrados Minis- E ¡Sagradas Aras, quedamos cons- 8 ti-