BCCSEV000XVIII-c-0555-0300000

ia nignidad del Señor en los comunes aho> gos, y necesidades. (28) El Sacerdote, ues, debe ser un Aarón, un Samuél, un Nehentas, que aplaque á el Señor con sus oraciones , y lagrimas , porque siempre ha sido un cargo anexo á la Dignidad del Sa- cerdocio el suspender las Divinas iras, quan- do se halla irritado el - Dios de las vengan- zas. De aquí puede aora inferir el Señor Misacantano Jos sentimientos , que ha de concebir de su alta Dignidad, porque si la considera en si misma, hallará, quanto se asimila 4 la Dignidad de Josef; y si este Patriarca excelso teme tanto sobre una Dig- nidad tan sublime, que es-menester , que un Angel le diga, que no tema: Noli tí- mere 5 mo deberé yo decir otro tanto A el Señor Sacerdote muevo , hasta que sea tal en el cumplimiento de su deber, que lle- gue 4 Jlenar todas las medidas , que Dios tenia sobre el Sacerdote Fiel, que prometió suscitarse conforme 4 los. designios de su Corazon, y de su Espiritu : suscitabo milk Sacerdotem fidelem , qui juzta:cor meumy 0? x a * z BA (28) Leg.omnes ,cap.de Epi. wa .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz