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(27) por la: qual debia entrar á- tener ún trató el mas intimo, y el mas cercano con Dios. Estos fueron los sentimientos de Josef acerca de su Dignidad; sentimientos de te- mor , y de humildad , por que conoció este Patriarca Santo , que por. su Ministe- rio se constituia un Atlante, que havia de cargar sobre sus hombros el peso de todo el Mundo; por su. Dignidad se le daba á Josef la comision de guardar la vida de Jesus , aquella vida, digo, de la qual dependia la libertad de todo el linage hu- mano. Conoció este cargo, pondess la alto» za de esta Dignidad, ya su vista teme to, que es menester , que venga un An- gel a decirle, que no tema: noli timere, ¡ Ha, Señor Misacantano ! A vista de esto, ¿qué sentimientos deberemos nosotros con- cebir de nuestra Dignidad? Yá haveis oido los sentimientos, que tuvo Josef de la suya, que tanto se univoca con la: e No ay duda , que si nos paramos a consi derar la Dignidad, á que D € vado en su elogia ¿ Da

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