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GRITO SEGUNDO. ~1 un los Angelei. fe deben horrorizar , al r, que una cofa tan vil, tan d ·fpreciada, y tan 1nligna ,omo es el hombre, lt:vante la mano, le revele,v quiera quitarle a Dios la Corona de fu Gloria , injuriando\o, ;igra,•i:indolo, ofeodiendole; y qua oto es en ü; procurando le la muertl! aI Ornnipo-: ente Dios , Emperador d~ los Angeles, Rey de las eternidad~s, Summo, Grande. lmmenfo, el di.nito.. O con qua nea r:izon xclam:i Jeremías, diciendo : O Ciclos, atlc,n braos Qt: efta maldad ! O puertas eterr.ales, ddpedazaos de ::.lfúmbro. al vec él atrevimienro del Pecador , quando comete uo pecado; ( ]erem. t. 11.) pues f\e.ndo un vi.\ , a un Dios tan immen{o ofend.t. Entre \os mal hechores menciona, dos arriba, y los Reyes ofendidos , havi;i proporcic n ; i;orguc m;os, y otros eral'\ hombre~. Pero er.rrc el hombre, que peca, y Dios a quien üfeode, no hai ¡:,ropoq:ion alguna, porque hai infinita di (hacia. Lne-. go la ofcnfa que el hombre le hace a Dios c¡u ndo corntte un p-::cado , es infi,1ita. Mira, L ( él:or , como con efi::i circ,m(tan~ cia, fube a infioitl tu culpa. Confidert:fe eflo con madura refüxion; y por efia ciri cuníl:ancia te cono,~tala grav:dad, y ma; ~adelpecado. f8, L,t