BCCSEV000XVIII-c-04280000000
GRITO SEGUNDO. :,.,. iict~ndo: La circu1'/I.Aruia fe dice, y tJ M i1C 4 ( r 1 ) ' ,,d,n&e ticl 11éio l,11,m:mo • que ex,,infec4111C11te lq ' · €1,. Y aunque es verdad, que la circunf" tao~ia toca C):trínfecamente el alto hu~ mano:oo obllaote,de efie humano alto fe conoce muchas v<;ces la fubílancia. , por la'5 cincunitancias que lo ciñe,n. A efto aludió Qujntiliano, q11ande dixo ! que -de ( l l.) las circuofiancia.s, {e podi-a deducir el ar~ gumento. Efto es; el argumento, o cono·~ cimiento claro de las {ubíl:anda1, de mu; chas cofas fe puede dedu::ir, celegir, y co~ ocer de las circunftancias con que dfas cofas fe proponen. De aondc: fe íigue,quc las ~ir~unf.\ancias. de que algunas cofas fe viUen , n 'l (olo dan a en tender , y pub!i~ can de e\fas mihnas cofas la füb{b.ncia, li • no t'lmbien lo malo, o lobneno que hai c:n ella-:. Con que fegu n ~ao • la (ubftan ~ cia dt: la abomim,b:c; malicia del pecado, la pcdemos conocer por fus circunft:tn• cias ; porque CQOOciJas efias circunílan~ cias,coooceremos mejor.de aquella ma~ licia fa fubíl:ancia ; y a '1'iíta de fu coooci.i miento, podremos inferir el horror que le d\.bemos tener, y el cuidado grande ,con que la. d.:bemos evitar. }_9. Parece que efta ve_r~ad nos la fi.g; nifica
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz