BCCSEV000XVIII-c-04280000000
GRITO ONO. 1!9 onges. que eíl:aban en las C~ldasJ l lieron de e\las aturdidos con el hedor¡ y como fi dtuvieran locos, fin poderle cont net , corrían fuera de tino por los campoc:. Y no fofo cfto, (i no que tam-1 bien qudo el Mon?ll:erio ran contami• nado cou el ñ::dor, e irficionado rarto; que nunca mas fe pudo b. b•tir; fio que nadie pudí( ífc jamas \legar a el. De ~qui fe puede i:,ferir , qua! ter a el hr:dor que tie~ nenaqncl los mif1-r:, bles eo la immuncta c:.1vcrna del Abytmo ~ porque íi uno tolo causo folo E:on un refuello, el hedor que acab.1rnoc; de re.feür: qua.\ fera el que ar~ rojarar. de s1 tantos millones de Condena; aos ju tos~ ; 3 2.. Al Rey Antiocllo ~ Je et11bió el Seí1ot por íus culpas una cnf.:rrnedad tan afqucrofa , y hedionda tanto, qw: afirma el fagrado Tlxco, que ei hedor, que exha. )aba de s1, le era tan grave, y tan pdado a todo fu Ex::rcito, que no lo podía fufnr; ni eJ m1fmo ey , n si mi!mo lo podía tolerar. (z. 1.1,bsb.9.9.)Pu s fiunh•1m! brc \.·h'!i> , caufaba t g rnínfrib,c he or• qu edo.r tan iofuírib.e caufaran ta, tos 1il:ares d hombres, aur.qne \'ÍV05, muer~ s or cd~ yna c:t maal.l , pQI'iue_ o._ ,l3b i C4 . "'
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz