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GRITO NONO. 1.35 ·cion, le mando, que lo que p_intaífe fueí• fe borroro(o, y terrible. Valiofi: de ella ocalion el Chrifiiano Meihodio , y en el Saloo principal del Palacio pinto el juicio t niverfa\ co11 toda la terribilidad que pu, o, cfmcrandore mas en la e.x¡:,refsion de bs penas que en el Infierno padecen los 0 cadores, rintando con viveza mucha los varios, y diverGfsimos tormentos que alli íufren; !a crueldad de los Demonios en :itormeorar las almas,el fuego inextingili, le. con que los atormentan, ia profundiC• íima obfcuridad en que viven, la voraci~ ad de las llaOlas que las quema, \a efüc~ chura del füio en que fe hallan; y por ulti•. mo, todo lo horrible, y penofo que pudo expteílar el pincel. Acabada ya la pin cura, corro el Rey a verla, ya tu primera vifta, al regifüar aquel teatro ri rnedrofo, aquel conjunto de penas un formidables, aquel agregado de tormentos. tan terribles, fe horrorizo de modo, que emmudecio paf mado1 porque jama.s, ni havia oido, ni ha -l vía viílo tan formidable conjunto. Pre gua tó,, que fignificaba aquello~ Y valien ~ do{e de Ja ocafion Methodio, le explico e myíl:erio, el qua! entendido por Bul~aro, a ver aqueJ congreifQ de penas, aquel tea, t.ro