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'l!ll~ en aquel figlo ae·oró; l:laíl~;a ~cr el. riorµbrc del'gr,ande Honuro en el prin./ cipio de. (us ol;>ras , para lograr la _colfiud aprdbac1on de las mayores plumas. - . LQ cierto es, que qua ndo al abrirlo me halle con d no•ubre de ran grande Au1 N;>r;, empece a leer, no para cenfuratlo; fino para aprehenderlo, llevado de aquet dicho de Cafiodoro, que las Obras deVa-: ron tan iluftre, de ingenio tar:i in'figne co ◄ mo;etle , no k han de examinar cén aniJ mo de cenfurarla, , fino c~n defco de ve~ - • ncr:ulas, y, aprehendctlas: Tantí 11iri non ~~tod. exami••nid4, J# 11tmra11da fentwtia efl• 1 • 5.« · El tibro , cerno he admirado, es Gri tos de-los Angeles .defde el Cielo; y adí~ vi.nata 'iº, que no podian tardar- m1,1cho eftos ~ricos de los Angeles; bayiendo ya 01~0 !as voces de 1~ Elpofal, de fu Reina; 9ne tomo Paílora nos las- ha fignificado c:on tantas marabillas, dando voces~ ru 5 Ovejas.- Lo qu.c ni.as me admirari~, fue.¡ ra .vc1: en _tan_p.oco cuerpo, tanta alma ; tf que tan altos, y tan grandes Grito.s Jos, tia·ya dado en tan breve papel, hayan ca-< ()ido en ran corta region, a noJaber, que ~s nativa propiedad del Autor defte pe¡ iu,~QQ IRiH1 i ~3189.S ~p fQj;Q cucrpc.y ' != f, ' m.1,