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.e la Mifji,,,,Cap 3. ; 5 en vn jardín fo yo , vio a vn hombre , que citaba echandQ vn lazo de vn arbol , para. ahorcarle. Ella partio corriendo, y lo ata– jo, y fopo del, que era la caufo.: porque los acreedores de mucha hazienda, que debía, la apretaban por ello, fin tener de qu~ pa- gar. Oyendo efto ella, ofreciole, y diole toda fu hazienda, con que pago el hombre, y ella. quedo pobre. Crecio tanto fo po– breza, que la mal confiderada moza fe hi– :zo ramera, para vivir con el precio de fus tórpezas. ~ntas aldabadas le daría Dios Nne{ho Señor en eíl:e tiempo, para que de– xara fu mal vicio, no es facil de explicar. Pero, atendiendo el Señor a la. obra tan excelente, ya referida, de aver librado del infierno al hombre , ya dicho , le dio vna ira ve enfennedad, y en ella, dandole te– mor de fo eterna perdicion , determino baptizarfe; para lo qual pidio al Obifpo,q la hizicra Chrifüana ; mai el Obifpo , y, t odos no quedan, por vi:r, que era ramera de perdida vida. Efi:aha la miferable mu~ ger en fmnmo defconfuelo por e)lo. Pero, ara denotar Dios Nuellro Señor- la ver~ cltd de lo que hemos dicho de la fal vació de los Mi.Gionarios, y de otras perfonas, q procaran 1.1. falvacion de fus proximos; vi- Ci no