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,· 1 g O Me toáo~ti!ilfim• ra vez ht: halladó en algun obfün:ido algu tropídfo , ocaGonado del concurfo d~ l Mítsíon. Peco dbrfe hartando de peca, aan en el tiempo de ella, he hallado cafi ¡n íln;tos, qlle no fe a.viá herido en el fanto te– mor de Dios, para fofpender la corrient de fos mn has culpas , quizas , por no an podido venir a b Mifsion, por fer hora dc– facomodad:i pau ellos. Mas.DemoS,lJ I.IC fueíle cjerto,qtte vno., por razon de la.Mifüon,fodle tal fu mald,<l, que cometieífe en ella algun pecado. Pues, veafe (no las ?,Candes con verG.ones, que fal– tan de vna Mitsion, fi fe logra, ni los innu– merables pecados , qLte con elfo fe evitan) fino folo los mí llares de cu] pas, qu e el gran concucfo de vna Ciudad (q ue efl:a h ora y inedia oyendo vna _noche la Mífsíon) efla• tian cometiendo a eíle miíino tiempo en fus cafos, fino eftu víeran recogidos en ella ,; y a lo menes por entonces efl:~1 fofpenfos tJI pecar. Porque, en tre tantos, como en di. éhb concurfo concurren, es comun, a ver amancebados, novios efca11d.1lofos , folici– tantes continuamente a luxuria, blasfemos, ve11gari vos, maldicientes , murmuradores, &c. Ea pues , cucntele, qnancos pecados, c~meter:.in todos ellos folo en ~Jie poco de Ucmpo , que dura la M.iúion, ú huvíerm c1la-