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1ara l"Rer Mifsion,r:ap.i § 8. 137 ¡ando la 1n tímd de ellos, fos fobrefalien– tes e cele , s, el orden, que en si tienen, \ m11d10, que nos quieren a los hombres> y de los machos modos, con Y. fe e!l:reman, en fuvorece¡:nos ; para cambien con elfo de~ 1 crrar a los Fíele~ al fantifsimo culto , y devocion cíe eíl:as Su pr~mas Altezas; que es dolor, ver, qna.n olvidadas fe hall an de no– forros comumnente, 1iendo ellos los Gran– des de la Coree Celcfüal, y d·e quienes con– tinn:unente eíl:amos rt:cibienq.o inmunera– bles beneficios, fin perdernos de viíl::i., para ampararnos c:n todas nuetlras nece[sidades, y 1religros. O , como lo lamentaba efl:e execrable olvido la Reyna de los Angeles!Dixole V\U vez a fu Difcípufa de Agreda ( ¾yfe. Ciud. de D,os I .p. lib.1.. c. l ;. ) las íiguientes pala– bras: H1Jt1 mia, admirible es el amor,ftdrt,dad, l Cl'Jda.do delos Efpiritu.; .Angeiicos, en a{s,fl1r a ÍaJ ncceftidades de los mortales, y muy abomi- 11ab/e e/ olvido, in¡:,rr.tt111d ,ygrojforiade parte de los hombres, en corrrfponder. ti efta der1d~. Y queriendo la Divina Señora, que en fu D ifrípnla no palfalf~ tal grolfeda, 1a enfo– iío el orden, <JLIC a vía de obfervar en fus devociones, diziendole en otra ocaíion (CtHd. de Dios 3.p. /.8. c. I 6) afsi : De/pues de los J1.1¡ffai~s de 14 !?_~T!_inid¡¡d ,J fl1; '_!1,m,d11d d~ --- - ·---- 1111