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'104 .M6tndo vtili(r'mo CJnciofles pendre, algnnas al fin de éfl:é Trat2.do ; pero, donde ay ·abrrnd;.llld;i de elhs , es en mí, ues tomos de Romances E[piricuales.) Cuya. tnuGca, ;wnque ·fen,ci,. lla, frrvia. de a.traher mncha gente 4 h 1\.lif-, fion , por la ¡¡ovedad, y quízas l:i mas 11e– cef.<tad:1, c 1 uc de otra. Ítlerte no vínicran,ni huvieran tenido el rernedio en fns almas con la Mifsíon, que, por dl:e motivo logra– ron. E{h política la tome: de vnos Míl sio– narios muy dícllros, que dexaban los Pue– blos, el.onde haz.i:111 Mílsíon, como vnos Pa– ra yío,. Y aunque es verdad, que al princi– pio me c0íl:~ba gran vcr;uenza, el c;intar; no obíbnte, v iendo fu grande efeéto, pro– frgu1 en 11110,hafb lo v lrimo Je mis .1iJsío– ncs. Sncedio, que haziendc;, yo Mifsion en cierto Lugar, er;in tan copí.ofo los con– curfos, q ue no cab-í;in en Ia Igleíia; tanto,q fue menell:er, hazer ht Mi[~ion en b Plaza. Y, re par adolo yo, rne'dix_eron: Pues, fep. V. P~.ternidad, que en utras Mifsiones,qne han ve1,ído aquí , nunca han ocnuido a el! 1s arriba de cincuenta pcrfonas. Y ex.l• min.mdo, el por que,de la novcdad,era,por la5 Copl.ts, q11e en mi Mifsion fe canta.han. Y afsí, en aJ\ocheciendo, iba coda la gente corriendo alª- M,ífsíon, por no perderlas;y, ~l\1~