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p11rab,.,er M,(si,n,C4". T § i: 95 confdlarlo. a n;ngun Confeffor,11i en la ho– ra de la muerte. Y íi algun Confdfor te preguntare, íi has callado algLtrt pecado en. la Confefsion, puedes dezir, que no;porque ya lo pa!fado (e ,tcabo con eíl:a buena con– feliion, que has hecho , y el Co11fdfor no pregunta. ( quando pregunta) de lo ya re– mediaao. Soló cienes obliga.:ion, íi ce acor– dJres de otro pecado mas, de Jos que me has dicho,,je confelfar dfe pecado, quamlo te confielles, diziendo, que fe te olvído en hconfelsion: porque cu no has hecho mas confefsion, que db. en tu v:da; que las otra.s no han údo verdaderas cnnfofsio– ne~. A elle penitente, fa penitenda , qttt le foliamos dár, procurabamos , que fuef– fe fo.cil, de cumplir ; no de coC.1s muy difi– culcofas, y de muchos generes ; porque en falcando en algo de eJfo, ú ol vi,tandole de alguna LÍtcun[tan..:ia, fuele a mu hos pare– cerles, que ya no valí o nada aquella con– felsion, que hízieron; y,por no bolver Otr:l vez , a confc:!lar los pecados, fe fuelen eibr callando de nuevo con conciencia erronea; con cuyo error he hall'ado cambien~ Ínu– chifsímos embarrancados, delpu1s de bien confeif.1dos ; pJrti..:ularmence a hombres del campo, que le) avían dado los Conf:f- io-