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90 Mett1do vtil1f mi <_¡ue efcr:bo,es para Confe.lI'ores, que qual– c_¡niera. fabra mejor , que yo, como dfo 1e ha de hnzer. Si bien, mucho les impor– tari a los pr:ncipiantes , qne fe prevengan de algun eípecial interroga.torio de exami– nar la con.:iencia, en aqu !las cofas , que foceden mas ordinarfa.mcnte ; p.ua. que no fe detengan aHí, ii difcurú, por donde han de camínar, afligiendo con 111 detencion, y afliccion _al penitente. ~l.$! cambien Ju ele: dañ;i.¡: ello mucho. Snce-Jc muchas vezes, ya, que e!l:a a.. cabada la confefsion, que el penitente ( co– mo ha com:i.do aliento, por el amor,co que lo h:i.n tratado) fo ele ette dezii; entonces: Jladre, ya, qne ha fa1ído lo demas, qníero ce,.íronopecadomny gr;¡ve. DiJo,hijo, (atJ UÍ le dezíamos) y con tilo íras confola– do. .(Suelen ellos al principio, con b explí– cacion de vnos pe~ados call.¡d9s , por en• ton ces ol vidarfe de otros, -c;:llad9s t·;unbié; o ech:i.n por ddance algnn pecado de ellu s mediano, a ve,., que: C;l[,L les ha.ze el Con– feLfor ; y fi ven, qne les haze mal roíl:ro., guardan los otros ma~ graves.) Padre (di– ze) yo, fiendo de drez años, .íin licencia. del Confellor, fni, y comulgu~ , a viendo anees a!morzado. Bien conocil!:e., qns1ndo eifo hi.,. ~1íle, que era gran pecado:Si,Padre,y t;¡m::– . bieu.