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Librol Y Capitulo X TI, 365 que fe apareció en el ayre, y le formava, como dirémos def- pues,cayendo perpendicularmente la vna púta fobre la caía en que eltava el ya difunto Varon, y la otra fobrelas viti- mas calas de la calle donde eltá el Templo, que avia de fer Erario de lu cadaver. Porque fiel Arco es indicio del tro= feo, eMlaflegurd que el Venerable Padre avia lalido ven- cedor de la muerte, y del abiímo, verificandofe las palabras : del Protera Ofeas: Y no erajullo; queno cefaeel diluvio 2, morstua 8 delas lagrimas, quando el Irisen las niñezes del Mundo mors, moríus tuvs perfuadio , que ceflarian de lasagnas el diluvio. E ero, Infesne, O/+éé 140 Peroaunqueel Cielo no avisó con publicas de. “1P+ 139 palace: de la muerte del V. Padre,no faltaron algu= nas particulares, que empecaron dos añosantes del termi- no de lu exemplarifsiara vida ; puesá la media noche fobre el techo de la caía , en que morava el iervo de Dios, fe oia vn.golpeleve, pera en el eltrepico grande , pues caufava vn pavorolo temer ; y ete miímo impulío fe efcucho fobre fu períona venerable , poco antes.de efpicar. Llamóle Dios calidel miímo modo, y ¿la propriahora, que a las Virge- Ego dormio,Y cor nes del Evangelio, para que E diflpulieffe, y le faliefle a reci- Aca; os birfu Alma puriísima, adornada de las luzes de excelentifsi- e Aperi el lo masvirtudes, y precioliísintos meritos., que aumentó enel rof, mea , amica difcurío deltos años , que precedieronálu traníico, porque inea,columba mea, no fe hizo fordo al Divino llamamiento, ni defentendido 4 ¡vmaculita: mea, la foberana vocacion de fu dulce Elpolo, quecon elte per- Cati cap. 5 ceptible golpe llamava interiormente á la puerta de fu di. choía Alma, como a la a querida Efpoía, quando como cla polinalon 'pondera, cítando durmiendo el cuerpo, vela- pia coll yo Gatid la vozde fu Amado, E dav. fuaves golpes a lu puerta , diziendo.: Abreme, lan; mia , Elpoía mia, Paloma mia, ¿ Inmaculada mia. 144 Conocio, pues, el V. Padreen la mayor quietud de ia noche ( que perfuade al defcanfo ) al oir aquel golpe, y ligeroimpullo (porque velavatu efpiricu quando dormia Íu cuerpo ) que con el le dezia lu Divino Amante aquellas palabras del Apocalypls : Mira, que yá eltoy a la puerta, y que llamo: (1 alguno oyere mi voz, y me abriere la puerta, entraré en lu habitacion, y cenaré con el, y él conmigo : y al que venciere , le daré por premio de fus trabajos el goze de los eternos alivios, fentandofe con migo en el Trono de mui Gloria. Refpondió pronto, an movido del amor, que E del

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