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Libro TIT. Capitulo XT. . 269 de mericos, alabarido lu Providencia, y poderá quienferes fervael invertir el orden regular dela naturaleza , cuya ma- guina orbicular eta pendiente de folos tres dedos de fu Om- nipotencia, como ponderó Ilaias; y aísi efti emfo mano el difponer dex ifuarbitrio , para que grángee mayores cre- ditosla gracia; yá dlile refulté. mayor accidental gloria, Como enefcéto fucedio, pues haziendo reflexion fobre el en- laze mylteriofo de circunftancias, veneró por prodigio la cordura lo que aunno reputd por acalo laignorancia, aun- ue efta note admita por relligo idoneo enlás pruebas que uis appendir tri * o mole” ESTER? Yi cap ¿e c hazen á las maravillas para divulgar porel Orbe fu efclas recido ¿y lobrenataral origen. 7 149" La Mibsion de Ribadeo tuvo feliz principio el día dela Porifsima Concepcion de la Reyna de los Angeles;ex- cedieron lus concurfosá los de las dos antecedentes, porque de las Alturias , y Lugares masdiltantes de la Marina, y de las Montañas del Concejo de Boal » y delotrás mucliás para tesafsiftieron innumerábles períonas de todos:eftados:, y condiciones, y premió Diosfa devoción, y fervor, remé- diando lacareltia, y penuria , que padecian: por la falta de pan, y peícado', que fe hallava a pelo de oro. Ceflaron eltas dos calamidades afsi que empegd la Mifsion, abaratando los granos, y fobrando el peícado, en tanta abundancia, que proveyeron á lointerior del Reyno deltos dos frutos: pero lo mas admirable es, que algunas perlonas ingratas 4 los Divinos beneficios; prorrampieton en eltas deteftables vozes, por verle fin fal paralalar elpefcado : Pues no tene- mos [al para lalar él peícado ,nonosle de Dios. Cayoles la maldicion tan puntual, que la Divina Jafticia vengando - la injuria que hazian' fupiedad ,les privó de el bene- q con que mifericordiofo. remedió antes fu necebi- da S de : 5-4 PA 150 * Vidferambien eneña Milsion , queeltando el V. Padre en el campo del Convento de San Francifco yen vtil, y neceflaria converfacion, con perfonas de calidad, re- pararon cítas ,queeftando adtualmente lloviendo y 2unque ellas fe mojavan,al fiervo de Dios le venerava la lluvia, pues no le tocó vna gota de las infinitas, que el Cielo repartía en- tre losque le acompañavan, cumpliendofe lo que prometió Dios a fus efcogidos por el Profeta Ifaias, diziendo : Quan- do paffares por enmedio de los criftalinos elquadrones de S3 las

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