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114 > Vidadel V.P. Carabantes. fe entodo avariento delo eterno , y defafido de lo tempo ral. Llego fu fanta refolucion a noticia del lluftrifsimo , y Exceleritifsimo feñor Don Diego Ros y Medrano , Obifpa entonces de aquella Ciudad, y Virrey, y Capitan General in terinoderodo el Reyno de Galicia , fugero enquien las Le- tras, y las perfecciones le competian por excederte; y fegun la comun opinion de fu virtud, y exemplarifsima vida, laper» feccionrfe llevo la palma, y fe ciño los laureles en competen= ciade lu gran labiduria ,que enla Univeríidad de Alcala, y en toda Efpaña le conflituyó Oráculo, nofolo en la Cathes dra de Prima de Santo Thomas; queregento algunos años, (ino en el Pulpito, y confaltas privadas , y publicas, en que fe defempeño lu ingenio con primores peregrinos. sé 38 Pero aunque la Fama o. lo elevado de fu ciencia, los'ecos de fu lonoro clarin fobrefalen publicando fu virtud.Nola ignoro la AcademiaComplutenfe todo el tiem» poque le conoció, que fue defde la cuna hafta el exito felíz que hizo para ceñiríela Mitra de Oreníe , que jamás quito por aa , renunciando cu al es mas Y cenfo la del Arcobifpado de Santiago: Y enfin ié la conoci todo el Reyno de Galicia, y por ello con el llanto piadofo la- mentanla falta de Paftor tan benignos y como tal anhelando fiempre al mayor aprovechamiento dela Grey, que Dios le avia encomendado ; aísi que fupo , queelV. Padre queria fubminiftrarla Jos paftosfaludables de la verdad Evangelica, fe regocijó entrañablemente en el Señor , dando 44u - tad repetidas gracias por elte beneficio , y tambien al V.Pa- dre por el trabajo. 39 Diípufo quefe hiziefle en la Plaga vn tablado capaz para poder aísiflir'¿l con todo lu Venerable Cabildoá los Sermones, como lo executd; y en competencia fuya levanto otro la Ciudad, afsiltiendo con el Corregidor todoslos Regi- dores, y confer la Plaga muy dilatada , no cabia la gente en ella, y avia ventana en que fe acomodavan pará oir las Mil- fiones lefenta períonas ; y fiendo tan innumerable el tumul- to,era general el arrepentimiento. A la voz del V. Padre ref- pondia el eco de muúchasaguas acordesen la armonia; pues delde las cytaras de los coragones , tocadas por el dolor, .co- mo-mulico el mas dieftro, refonavan en los muícolos, y cuer- das de los ojascon vniforme aflonancia , y dulce melodia 4 los oidos de Dios, y.rambien del V. Padre, que a ¡mi del | €