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a tos que produjo en estos para que le imitasen. Fueron los escogidos aquella selecta porcion que con especial encargo le encomendó su Eterno Pa- dre cuando lo envió á redimirlos: fueron aque- llos de quienes lo constiyó cabeza; y fueron los que trató siempre como amigos, y distinguió con el nombre ternísimo de hermanos. Por ellos apresura su venida: á ello se manisfiesta cuan- do nace, y de ellos se deja tratar y conocer mientras que vive. A ellos revela los secretos de su corazon, manifiesta los misterios de su divinidad, y declara los arcanos que oculta á los pecadores, y á los soberbios del mundo. Los justos le merecen el mayor cuidado: les dá el primer lugar en su amor y cuida tanto de ellos, que ninguno se perdió de los que le fueron en- comendados, y aun asegura, que nadie se los arrebatará de las manos, donde los tiene escri- tos con su sangre. Por los justos dispuso quedar- se por un modo raro con nosolros: Con ellos tienen sus delicias, y hace un eficaz empeño á su Eterno Padre para que los conserve, los san- tifique y los ame como á él lo amaba. De es- to es buena prueba la prolija oracion que hizo en la noche de la cena: la estupenda maravi- lla de haberse sacramentado y el singularísimo favor de entregarlos por hijos á su Santísima