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Us dre: vistióse de nuestra pasible carne; y [habien- do cumplido con todos los «oficios de médico, preceptor, Fey, pastor y padre de justos y pe- cadores, y los de medianero abogado y redentor de todos, se entregó-por su propia voluntad á los tormentos y á la muerte, para que libres del temor de nuestros enemigos, le sirviésemos en santidad y justicia todos los dias de nuestra vi- da, y formase para sí una porcion escogida, una gente santa y un pueblo de adquisicion, que fiel observador de las buenas obras, anunciase al universo con su práctica las virtudes de aquel que los sacó de las tinieblas y los llamó á la admirable luz de sus conocimientos, de su ense- ñanza y de su fiel imitacion. Auel místico cor- dero, que segun la esprecion del apocalipsis, fué desde el principio del mundo sacrificado, y muer- to en sus escogidos como cabeza de todos, qui- so tomar por si propio la cruz en que habia de ofrecerse á su eterno Padre para con ella cum- plir los oráculos que él mismo tenia dados á sos antiguos siervos los profetas: proveer de reme- dio á los justos: suplir la ineficasia de sus sa- crificios: perfeccionar el mérito de sus virtudes: franquearles el paso para el árbol verdadero de la vida; poner fin á la que era ley de temor; sustituir la del amor en su lugar; alombrar á los