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0 viva representacion de cuanto habia de padecer por nosotros: el tropel de injorias, baldones y des- precios que toleró en el discurso de su pasion: el diluvio de cruelisimos azotes con que fueron despedazadas sus delicadas carnes: el duro y afrentoso tormento de la corona de espinas: el peso de aquel madero con que fueron lastimadas sos espaldas, y todo su sagrado cuerpo oprimi- do y debilitado: el modo inbumanísimo con que lo llevó hasta el Calvario; la impiedad con que fueron clavados sus pies y manos en aquel su- grado leño: lo incomprehensible de sus dolores en las tres horas que en él estavo vivo: las ter- ribles congojas de su espíritu por el horrible de- samparo en que le dejó su eterno Padre, y en que le pusimos nosotros con el claro conocimiento que tuvo de nuestro grosero olvido: la muerle amarguísima con que puso fin á su vida; y todo el conjunto casi infinito de sus penas: no olvides la humildad, paciencia y sufrimiento con que be- bió el cáliz amarguisimo de tan acerbos tormen- tos, y conocerás cuanto hizo el que siendo Dios inmortal, y por esencia impasible se dignó abra» zar aquella cruz para con ella redimirnos, toman” do sobre si nuestros delitos. Ved aquí lo que representaba aquel animál que segun lo ordenado por el Señor en”el Levítico era conducido al