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MEG: — llozos de la humanidad de. Jesucristo; !Oh- estas penda virtud de su poder; PUNTO SEGUNDO. Considera que con la humildad de nuestro Señor Jesucristo en abrazarse con la cruz de-nues- tros pecados, quedó vencido para siempre todoel poderío de Lucifer. Este monstruoso dragon, que tuvo la osadía de querer elevar su silla sobre los astros, Ó ángeles de Dios, que pretendió fi. jarla en el mismo supremo solio de la Divinidad, y que solicitó igualarse con el Altísimo su Cria- dor, se atrevió á negar la obediencia á la Ma- gestad del Omnipotente, resistió el prestar la de- bida adoracion al divino Verbo, cuando por: dl hombre se humanase, y al fin del mundo osará levantar ejércitos contra el Señor de todos ellos. Este, que con la saña de su implacable ódio qui- siera sepultar en las eternas llamas del infierno no solo á todos los hombres, mas tambien á los espíritus del cielo; quisiera además, ¡qué horror! poder hacer lo mismo con el que es dueño y Señor delos cielos y de la tierra. Este, pues, depra- vado espírita, fué el que derramó en los ánimos de los judios la ponzoña del encono, y el veneno

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