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de 99 — tano autor de la vida, y aun de la vida mis- ma? Venció tu orgullo Jesucristo con su cruz, te sujeló á su imperio, y Con su paciencia te dejó para siempre aniquilada. REFLEXION. No porque venció- á la muerte nuestro Señor Jesucristo con su cruz y con su muerte nos he- mos de imaginar ya esceptuados de morir. Se- ríamos muy necios si sabiendo: que: murió el-que no tuvo pecado, nos creyésemos seguros de no sufrir la justa pena de los. nuestros. Hemos. de morir, porque somos- pecadores, y. porque Con ab- soluto decreto lo tiene asi Dios. establecido, Pe- ro ay de nosotros si ó rebusaremos el llevar nues- tra cruz con el Señor, ó no muriéremos de mo- do, que no- tenga en nosotros parle la segunda muerte, que es la eterna. No hay medio, si he- mos de resucitar con Cristo para la gloria es del todo necesario: que con el mismo padezcamos,y vivamos espiritualmente muertos á la culpa; pues segun la doctrina del apóstol, nos debemos ma- nejar como muertos para el pecado, y Vivos s0- lamente para Dios en- Jesucristo.
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