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Y] in canzarnos los bienes perdidos por el pecado: y aquel que consumando en sí toda la justicia de una verdadera santidad en sus obras con que llenó toda la voluntad del que lo habia enviado, y en la sublimidad de su doctrina con que nos en- señó el medio mas elevado para observar y complir la justicia de la ley, tento la escrita á que dió fin con su muerte, como la evangélica, 6 de gracia que vino á establecer.entre nosotros, es la causa de que destruida la culpa consigan su bienaventuranza todos los que fielmente le obedecen. Y en efecto, todo se vió felizmente efectuado por la suma jus- ticia de nuestro Señor Jesucristo, que abrazándose con la Cruz, se ofreció despues en ella á su eterno Padre en agradable sacrificio, para con esta sola oblacion consumar la justicia de cuantos habian de ser santificados. De esta se deriva la virtud que tienen los santos sacramentos para perdonar- nos las culpas, y borrar totalmente del alma sus reliquias ; la eficacia de la gracia para santificar- nos, restituiroos á la felicidad de hijos de Dios, y hacernos herederos de su gloria: y todo el fervor y esfuerzo que se nos da para practicar las vir- ludes, evitar los pecados, y resistir sus tentaciones hasta llegar á vencerlas. ¡Ob gran poder de Jesucristo! ¡Oh eficacia de su Cruz contra tab horrible mónstruo!. Este, ¡AAA