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por vencido del poder irresistible de aquella Cruz, y, este instrumento del mas glorioso trofeo, que ánta se miraba con horror, porque lo era de la cm. fusion, de la ignominia, y de la mayor deshonra, es respetado y adorado de todos: ya se honra los potentados con poner la Cruz á sus pecho los principes la colocan sobre su cabeza; y lu emperadores y reyes de la tierra se tienen por dichosos cuando doblan en su presencia ambas rodillas: ya aquellos mismos que eran sus decla. rados enemigos, y que vivian segun los elemen. tos, máximas, ó depravadas leyes del mundo,m se detienen en decir, que toda su gloria es h Cruz de nuestro Señor Jesucristo, y que por ella viven crucificados con el mundo, y el mundo está con ellos; y ya por último aquella que basta entonces habia sido señal de maldicion, lo es de bendicion y de felicidad. Con ella, mejor que Moisés con su vara, se obran los milagros, ro sucitan los muertos, y se ven repetidas las ma: yores maravillas del poder de Dios: se absuelven los pecados, se perdonan las culpas, y se nu confiere la gracia que nos hace santos y dicho- | sos: toda criatura es bendita, vencida toda ad-' versidad, y comunicado á los hembres el todo de su bien, y la entera preservacion de todo mal. ¡Oh efectos portentosos de la obediencia, y del gran |

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