BCCSEV000XVIII-c--SE-0100p9d0
— 02 — mérito de. su cruz recompensarlas, le inclinaba tambien á que por lo mucho que á los hombres nos amaba, aplicase toda la fuerza de su mediacion, y toda la eficacia de sus ruegos para conseguirnos la misericordia, de que por nuestra ingratitud nos hallábamos indignos. Ved aquí el por qué tomó sobre sus heridas espaldas aquel sagrado leño: el por qué con la semejanza de pecador aceptó, que Dios pusiese en él la iniquidad de todos nosotros; y el por qué quiso grayarse voluntariamente con la maldicion, y los castigos que á nosotros se nos debian. Coo.la pena, que sin ser deudor á ella quiso enlónces padecer ha borrado nuestra culpa, y ha satisfecho el reato que en su consecuencia contraemos: bebió el caliz amarguisimo de los ma- yores tormentos, para que bebiésemos nosotros el néctar suavísimo de los divinos consuelos; y eligió pagar con su cruz lo que no habia hurtado, ni debia, para que nuestra deuda quedase del todo remitida, y para que tuviésemos con que pagar- la, si con nuevo pecado volviésemos á contraerla. Si llora, si suda sangre, si con un clamor esfor- zado ruega desde la cruz á su Padre, es para con- seguirnos esta misericordia: y en efecto, la con- siguió mejor que Noé con su sacrificio, que Abra- ham con sus instancias, y que Moisés con sus rue- gos. La cruz es aquel misterioso Than con que el
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz