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3 80 gelio y la expedita administracion de los Sacra- mentos, cuidados los hospitales y casas de mi- sericordia, en una palabra, despues de haber atendido eficazmente el Obispo auxiliar á los negocios espirituales , como mas importantes á las almas, procuró tambien cuanto pudo mejo- rar Jos establecimientos temporales , deteriora; dos ó arruinados por la guerra. Plazas, calles, casas, pase todo empezaba á tomar buen as- pecto, y prómetia que con algunos años de paz hubiera recobrado. Zaragoza su antiguo esplen- dor. Uno de sus mas bellos ornamentos habia sido la Academia de S. Luis, que poseía pre- ciosas y admirables máquinas, modelos de yeso de las obras maestras de escultura; como el Lao: coonte, el Gladiator, el Apolo de Belvedere, la Venus púdica, *y otras muchas piezas traba- jadas con primor, varias pinturas apreciables, y muchos libros. Todas aquellas máquinas que ¿ostaron mucho, habian perecido por una ex- plosion horrible de pólvora, y lo demas estaba abandonado y sin uso , con notable perjuicio de las tres nobles artes. A solicitud de algunos Socios, Y cooperando eficacisimamente el ¡Obis po auxiliar, se dió: principio 4 cólocar cada cosa en su sitio”, se juntó una biblioteca nu- merosa, se compusieron las salas del dibujo y del natural, se buscaron maestros, se llamaron discípulos , se reunieron los: demas Socios , y 4 $ A