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E $” A A O A E A Y troño se mantenian desterrados eñ Francia los secuaces del egército del usurpador, y salian para presidio los Constitucionales de Cadiz, discurrió con buen suceso que su for- tuna estaba hecha , llenando de improperios á unos y á otros. No era tan fácil calificar y probar sus delitos, como llamarles á to- dos ateos, apóstatas , judios, traydores , ase- sinos , ineendiarios , bandoleros , mágicos , sodomitas , etc. etc. ; pero sin embargo de que en este caso no fuese el método mas jus- tificado y conveniente el. mas expeditivo , le adoptó el Frayle de preferencia, y principió á. tronar repentinamente, antes de que le hubiesen dado siquiera el título de prego- nero para el tiempo. de egecutarse la sen- tencia de uná causa que todavía se mantie- ne intacta. No solo por esto debieron diso- nar las indignas expresiones del famoso. li- helo de Los famosos traydores en los oidos de las personas injuriadas y de sus familias, si- ño que hubo pocas en el Reyno que no vi- tuperasen el modo como las trataba un sugeto particular , destituido de toda representacion y carácter público , aun .suponiéndolas á a- quellas culpables de algo mas que de un er- ror político y de no haber sido profetas. En-

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