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66 ahora trata de complacer, llamándole entónces imbécil repetidas veces; que prostituyó su mer- cenaria pluma contra el mismo Monarca, escri- biendo aquel famoso discurso sobre la decaden- cia y caducidad de la casa de Borbon, «segun tengo ya dicho, bajo la capa del abate Lefeu- yre de Leipsic; que prostituyó su lengua, su pluma y su elocuencia, si merece este nombre la hojarasca y bambolla de su estilo, contra su Nacion, cuando despues de haberla reconocido y proclamado por Soberana, predicando un pom- poso elogio del sacro-santo Codex, la Constitu- cion, se revolvió como un furioso contra ella y contra sus representantes. Dígalo sino él mis- mo al fol.? 140 : « Jurábamos en Cástilla..... « (entiéndase la Constitucion de Cadiz), jurá- o « bamos bajo la buena fe de un gobierno es- ” « pañol, que mandaba y hacia la guerra, y « legislaba 4 nombre de Fernando. ... Jurába- « mos; y el no jurar entónces solo podria acar- m « rearnos la division, la anarquía, y por con- « secuencia la esclavitud sempiterna.» Despues al fol.* 143, dice, que « dejando la compañía « de su anciano padre, y presentándose en la « Coruña en los primeros meses del año 1%» dió 4 luz muchos escritos periódicos, y entre ellos «el Clero vindicado 6 resolucion del pro- « blema político sobre la eleccion de los ecle- « siásticos para las Cortes, papel que en el espa: