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! « bildo no es nada : yo. soy todo , y para nada ; « le necesito » ? Si hay algun hombre que en h E su presencia se atreviera á proferirlo, el Obispo d ofrece responderle : mentiris impudentissimé, i como un frayle de su congregacion religiosa se 18 lo respondió á los que injustamente le calum- il niaban; y en verdad que hasta ahora, habiendo corrido mas de medio siglo , no le ha respon- dido nadie, y los detractores han quedado en. mudecidos y llenos de confusion. ¿ Quien pu» diera oir sin horror que el hermano Manuel pregunte; en donde está escrito que los que ju- raron obediencia y fidelidad al Rey José, aun- a A A que fuerá en el templo de Dios, en las manos Há del ministro de Dios, y en presencia del pue- el blo de Dios, no podian escaparse de Zarago- il za, substraerse á la religion jurada y unirse al bando nacional ? ¿ En donde está escrito, pre- q gunta un Padre Maestro ? En la ley eterma de Dios, que manda se jure con verdad, con jus- ticia y con necesidad, guardar fielmente los ju- ramentos hechos con estas condiciones; y to- das tres se encontraban en el que hicimos en 3 la Iglesia de la Virgen del Pilar. Se juró, y debió jurarse sin restricciones mentales, á con- secuencia de la capitulacion solemne de Zara- Ad goza. Se juró porque se habia prometido, y por prescribirlo asi elque tenia potestad para mandarlo. ¿ Y no seria perjuro el que faltaseá

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