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40 copiosas limosnas de las rentas del arzobispado de órden del gobierno francés , bajo la cuenta y razon mas exactas, como aparecerá en sus libros ; ¿ es regular, ó cabe al parecer en el corazon humano, el que se le volviera la es- palda á quien derramaba á manos llenas la be- neficencia sobre las necesidades del pobre y menesteroso ? Suponiéndose cierta semejante asercion , aunque inverosimil y casi imposi- ble, ¿ vendria al caso para el asunto de que tratamos ? Porque el pueblo no quisiera la ben- dicion del Obispo, ¿ habria de ser este pre- cisamente impio y renegado ? Si el pastor es modesto , casto, benigno, pacífico y caritativo, ¿dejará de recibir 4 su tiempo el premio pro- metido á la virtud, porque las ovejas se yuel- van cabras ? En resolucion, que los feligreses imitasen “á los cabritos, ó las ovejas á- las ca- bras, lo que no se sabrá hasta el ajuste de la cuenta general, que se le tomará al hermano Manuel, á los informantes y al Obispo, ¿ qué prueba es esa para demostrar que el pastor es 11mpio y renegado ? — ¿Pues no ha de ser prue- ba ? Y concluyente, hermano Obispo. ¿ No oye V. que los informantes dicen que el Au- xiliar paseaba 4 caballo con magnifica silla, pantalones morados y barbas de capuchino ? es decir, ¿ haciendo una figura ridícula y extra- vagante ? — ¡ Famosa demostracion ! ¿ Porqué +