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57 su uniforme. Tal vez estaria entónces el cari- tativo informante incomodando con sus preten- siones para el logro de algun empleo eclesiás- tico, wilitar Ó civil, ó consumiéndose de en- vidia porque no se le admitia en aquellas res- petables reuniones ; y hé aqui el principio de la siniestra interpretacion que daba á las ae- ciones mas inocentes.¿ Quien sabe si no hu- biera variado de informe, habiendo conseguido sus pretensiones, ó recibido un billete de con- vite para las mismas concurrencias ? ¡ Guanto de esto hay por allá ! ¡ Cuanto, cuanto! Es una falsedad muy grosera y escandalosa decir que el Obispo auxiliar ponia Guras in- trusos en los obispados de Zaragoza y Huesca. El Auxiliar tenia plena jurisdiccion eclesiástica en el arzobispado de Zaragoza , comunicada de nuevo «por el legítimo y único Arzobispo de aquella diocesis : colocaba á los Curas segun su mérito despues de un concurso público, conforme á las reglas canmónicas. ¿Cómo pues podrian ser intrusos ? Y si lo fueron, ¿ cómo la Real Cámara de Castilla ,*ni la sagrada Con- gregacion de Roma les dieron esta cersura , habiéndose llevado el proceso á ambos supre- mos tribunales ? Ni en uno ni en otro se' ha resuelto el. proceso. definitivamente; pero él hermano Manuel lo resuelve, y no basta que él lo diga para ser verdad. Cuando tomó po-

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