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Ja te, gracias al Señor, de quien desciende todo bien: ¿y V.? — Yonó, porque dejaron in- quieta mi imaginacion las groseras mentiras y abominables falsedades de que abundan la res- puesta del hermano Manuel á los núm." que recorrimos , y el informe que ha tenido de Za- ragoza. ¿(Quien podrá leer sin admiracion la absurda especie de que los Franceses fueron derrotados en Alcañiz? Es un asco la impuden- cia con que hoy se denominan triunfos accio- nes miserables que nos cubrieron de verguen- za y apretaronm mas los lazos de nuestra servi- dumbre. ¿No vimos por entónces á siete mil Franceses de toda arma; destruir en Maria y Belchite al egército de Blake, compuesto de treinta y cinco mil hombres bien comidos , yes- tidos y pagados, y volver á Zaragoza el dia si- guiente con sus treinta y una piezas de cañon, con sus prisioneros, banderas, equipages y ca- ballos ? ¿Como pudo, dos dias despues de la accion de Alcañiz, un puñado de Franceses derrotados derrotar tan completamente 4 un egéreito tan: numeroso y bien pertrechado ? Explique el Frayle este milagro , miéntras yo le digo que miente quien diga que los Fran- ceses fueron derrotados en Alcañiz; que mien- te quien diga que el Obispo auxiliar no pen- saba entónces mas que en abandonar sus ove- jas y disponer su apostólica fuga á. Francia ;
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