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24 eernos interminables. El núm.” indicado se re- duce á dar una idea de la pobreza seráfica, ca- puchina, que observó tantos años Fr. Miguel de Santander, y de las limosnas que repartió luego en el estado de Obispo ; demostrando es- tas dos verdades hasta la evidencia, para purgar- se de los horribles delitos de bandolero , reo de robos, saqueos é incendios. Hé aqui en subs- tancia el contenido de núm.” 5.2 = ¿ Qué res- ponde el hermano Manuel ? ¿ Niega los hechos? ¿ Rebate las aserciones ? — Nada de eso : todo lo contrario. Empieza su respuesta diciendo : « Con aquello de bandoleros, reos de robos, « saqueos é incendios, lo luce y al parecer « triunfa S. L » Despues de hablar mucho de otros personages, sigue: « En cuanto á V. S, L, «. no fué ni es ahora mi ánimo incluirle en la « lista de bandoleros y ladrones. .. Oigo á S. L « con edificacion cuando me dice : Robo el cie- « lo, no la tierra. Voy haciendo mi viage á « la patria celestial, sintener.en la tierra hu= « gar permanente ni seguro : pago la posada, á nadie incomodo ; y sigo ( esto ya no me « edifica ) dice el hermano Manuel, alegre- on An e m « mente mi camino... » — Ese paréntesis es gracioso. Sin duda no sabia que el Apóstol $. Pablo nos manda hacer el camino alegremen- te, y que lo manda dos veces : Gaudete in Do- mino semper , ¡iterúm dico gaudete. Si fuera al- >