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25 sin embargo el hermano Manuel dice que lee malos libros : luego serán malos en su concep- to los Libros santos. El hermano Manuel cita textos de poetas y filósofos de doctrina relaja- da y le equivoca , como aparece en su respues- ta : luego estos libros serán buenos para él, pues los lee y cita con aprecio. ¿ No serán es- tas proposiciones delatables ? Júzguelo un tri- bunal competente. — No se fatigue V., herma- no Obispo, en responder menudamente á tan- tas necedades, contradicciones y ridículos extra- víos de ese Frayle malo. Empiécele V. á cono- cer como yo le conozco mucho tiempo ha : des- precie ó compadezca su vanidad, su ambicion y su vida relajada. Entienda V. que cuando yo era muchacho aprehendí un poco de latin, y he leido en la divina Escritura un »e espanto- so para los que llaman bueno 4 lo malo, y ma- lo. 4 lo bueno. Cada hombre debe ser definido por lo que es, y llamado por su propio nom- bre. Asi lo hago yo emando Llamo al Santiño, Santiño, Y al bribon llamo bribon : Al niño llámole niño, Y al muy viejo vejancon. Sigamos el núm.> 4.2 de la: carta de V., y la respuesta del hermano Manuel. No dege V. el bieldo de la mano para ir separando el grano de la paja , y abreviemos, si no queremos ha-
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