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20 ferencia: el Auxiliar está excluido de esa pri- mera nota y de todas las demas que contiene su negro papel de Los famosós traydores re- fugiados en Francia, siquiera hasta el año de 1808 : que es decir , en los sesenta y cuatro primeros años de su vida. Se puede apostar un polvo; que es mucho apostar, á que no se atreve á decir otro tamto de sí mismo el her- manób Manuel. ¡ Sesenta y cuatro años de una conducta edificante ! ¡ Sesenta y cuatro años hablando siempre, no bien asi como quie- ra, sino muy bien ! ¡ Sesenta y cuatro años de buena vida y buena doctrina ! Oh, esto es mucho elogio ! ¡Cielos, qué sentencia ! ¡Gran- de es la fuerza de la verdad, cuando el mis- mo hermano Manuel da de ella un testimo- nio tan ilustre! Degemos todo lo demas y con- tentémonos con lo que. acabamos de oir. — Mal hiciera V., hermano Obispo. Si V.'cono- ciera el perillan como yo le conozco , no pen- saria con tanta bondad. El se contradecirá mil yeces ; le calumniará á V. otras mil : hablará de la restante vida de V. hasta el dia presen- te, forjando y atribuyéndole mil crímenes que ni por la imaginacion mien sueños se le ha- bran pasado : él interpretará en mal sentido las proposiciones mas justas y sencillas. Ese fi lósofo de los Padres Mercenarios tomará mil formas diferentes como un Proteo, no tenien-